Crítica – Arbolario III

Presentación

Arbolario III corresponde a la tercera etapa del proyecto del mismo nombre de la artista ELIANA SIMONETTI, en donde el árbol es protagonista.

Si Ud. ingresa a la estación Bellas Artes del Metro, se encontrará con un extenso mural (Arbolario I 1999) con dibujos muy diversos de árboles, ejecutados por diferentes personas que ella misma invitó. En Arbolario II 2003, obra enteramente realizada por la artista, el árbol también tiene un rol principal encerrado en jardines cercados.

En esta exposición, se mantiene el hilo conductor simbólico: la relación del árbol con el concepto bíblico del Árbol del Bien y del Mal y su espacio originario: el Jardín del Edén del Antiguo Testamento. Todo el proyecto Arbolario tiene una vinculación con el ciclo vital: nacimiento – vida – muerte, y el reencuentro con el Paraíso Perdido.

El trabajo de Eliana comienza con un proceso de recolección de imágenes impresas y luego intervenidas, provenientes de muy diversas fuentes: figuras simbólicas, aves exóticas, fuentes de agua, imágenes religiosas, planos de templos, flores, botones… Todas ellas configuran un imaginario saturado que la artista dispone en un espacio laberíntico, al que nos invita a ingresar y recorrer; a observar, imaginar y pensar.

Su propuesta plantea la tensión entre el deseo de recuperar el mítico Jardín del Edén, recreado como espacio idílico, con la dura realidad del diario vivir con su sobrecarga de signos negativos.

Milan Ívelic
Director
Museo Nacional de Bellas Artes
Octubre 2007

ARTES Y LETRAS. EL MERCURIO, DOMINGO 28 DE OCTUBRE DE 2007.
COLLAGES DE SIMONETTI

Mucho de tapices de Extremo Oriente, de miniaturas persas, de francés estilo Regencia ostentan los collages de Eliana Simonetti, en la primera sala norte del Museo Nacional de Bellas Artes. De 2005-2007 y sujetos a un montaje -molduras doradas de unión, arco en grisalla- que los agrupa y, sobre todo, subraya el aspecto ornamental, constituyen estos trabajos coloridos laberintos visuales. Naturaleza, arquitectura barroca y rococó los componen. Esta aproximación al jardín del Edén resulta saturado por recortes de papel -provienen de libros y revistas-, diminutos restos de decoración y de aplicaciones metálicas de mobiliario antiguo. Siempre este material está dirigido a exaltar lo vegetal: hojarasca, arbolados y arbustos. Tanta exuberancia iconográfica se encuentra, además, manejada con precisión y rigor artesanal. Sobresale el cromatismo refinado de «Sendero de Luz», de «Belvedere», de «The Great Apple».

A continuación, ocupan la rotonda del museo intervenciones de grabados con planos y levantamientos de arquitecturas eclécticas; entre ellas, las del propio Bellas Artes santiaguino. Se trata de collages recientes y dotados de coloraciones mucho más austeras. No obstante, una vez más, logra Simonetti sus más genuinas conquistas a través de las muy hermosas cajas. Manipuladas con fantasía siempre renovada, su notable depuración formal permite que cualquiera de sus ingredientes -desde una vieja herradura oxidada hasta pasto pintado- se convierta en precioso ornamento. Si bien abstractas, poseen una oculta simbología, capaz de sugerirnos ritos, al mismo tiempo evolucionados y enigmáticos.

CLAVES: Ojo con la transfiguración ornamental de restos de objetos y materiales deleznables que logra Eliana Simonetti en sus preciosas cajas.

Waldemar Sommer